En Rusia, pueden adoptar matrimonios heterosexuales legalmente constituídos o personas solteras. La normativa rusa contiene una lista de enfermedades y patologías excluyentes, entre las que se encuentran la tuberculosis, el cáncer o la invalidez de primer y segundo grado cuando implican incapacidad.
Aunque existe la imagen estereotipada de que los rusos son rubios y con ojos azules, los niños adoptados en este enorme país proceden de diferentes etnias. Adoptar en Rusia no significa necesariamente que tu futuro hijo será caucásico.
Es difícil hacer un cálculo orientativo. Los tiempos varían notablemente de una región a otra. Además, puesto que el año pasado las ECAIS estuvieron suspendidas durante muchos meses y no tramitaron expedientes, algunas de las adopciones tramitadas tras su reacreditación han sido cuestión de pocos meses.
Son necesarios un mínimo de dos viajes. La familia debe viajar a conocer al niño que se le va a asignar (este viaje suele durar una semana). Una vez aceptada la asignación, lo habitual es que unos 4 meses después reciban el aviso de que ya está todo listo para el juicio (aunque se conocen casos en los que esta espera se ha alargado durante meses, a veces más de un año).
En el segundo viaje, los adoptantes asisten al juicio de adopción y recogen a su hijo. Para este viaje final, hay que calcular una estancia de unas 3 semanas).
En el caso de adoptar por protocolo público serán tres viajes, ya que el adoptante (o uno de ellos en el caso de parejas) debe desplazarse antes de iniciar el proceso en Rusia para entregar personalmente la solicitud y la documentación del expediente.
Las familias se comprometen por escrito a enviar a las autoridades rusas 4 informes de seguimiento: dos informes semestrales durante el primer año y luego uno por año durante el segundo y el tercero.
El coste del proceso ronda los 24.000 euros, de los cuales casi una tercera parte corresponden a los viajes y estancias en el país. Usa nuestro potente buscador o encuentra aquí las mejores ofertas para viajar y adoptar niños en Rusia.
Aunque existe la imagen estereotipada de que los rusos son rubios y con ojos azules, los niños adoptados en este enorme país proceden de diferentes etnias. Adoptar en Rusia no significa necesariamente que tu futuro hijo será caucásico.
Es difícil hacer un cálculo orientativo. Los tiempos varían notablemente de una región a otra. Además, puesto que el año pasado las ECAIS estuvieron suspendidas durante muchos meses y no tramitaron expedientes, algunas de las adopciones tramitadas tras su reacreditación han sido cuestión de pocos meses.
Son necesarios un mínimo de dos viajes. La familia debe viajar a conocer al niño que se le va a asignar (este viaje suele durar una semana). Una vez aceptada la asignación, lo habitual es que unos 4 meses después reciban el aviso de que ya está todo listo para el juicio (aunque se conocen casos en los que esta espera se ha alargado durante meses, a veces más de un año).
En el segundo viaje, los adoptantes asisten al juicio de adopción y recogen a su hijo. Para este viaje final, hay que calcular una estancia de unas 3 semanas).
En el caso de adoptar por protocolo público serán tres viajes, ya que el adoptante (o uno de ellos en el caso de parejas) debe desplazarse antes de iniciar el proceso en Rusia para entregar personalmente la solicitud y la documentación del expediente.
Las familias se comprometen por escrito a enviar a las autoridades rusas 4 informes de seguimiento: dos informes semestrales durante el primer año y luego uno por año durante el segundo y el tercero.
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